Me quedè dormida en tu sofá y soñè con una chica vestida con un mono que atrapaba sus manos en las puertas del metro de Parìs.
Entonces mi cara saltaba en pedazos y ¡tù estabas allì!, ¡estabas allì, vestido de verde, diciendo algo obsceno! -pero esa es la razòn por la que vine aquì en primer ligar, bueno eso y el tè.
Oh, ¿puedo quedarme aquì tendida bajo la mesa contigo, ahora? ¿Puedo abrazarte para siempre en tardes acrìlicas?
Quiero abrazarte fuertemente mientras los niños juegan afuera esperando a que sus madres terminen con los amantes y los llamen para tomar el tè.
Almohadones y televisiòn y la mesa lista para el tè.
Uno para ti, uno para mì.
Vamos y tìrate en el sofà de la funda verde, puedes tener lo que quieras y el reloj dice que son las cuatro y media pero sabes que me quiero quedar un poco màs, me quiero quedar un poco màs. ¿Puedo quedarme aquì tendida bajo la mesa contigo, ahora...?
Sobre las còmodas plumas rosa quiero tirarte los pantalones. Cortinas de redes soplan ligeramente en la brisa.
Luz de limonada se filtra a travès de los àrboles. Es tan suave y templado, sòlo otra taza de tè por favor- un terròn, sì, gracias.
¿Puedo quedarme aquí tendida bajo la mesa contigo, ahora...? Oh, entren en casa. Ya es hora de que tomen el tè.
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